Los orígenes antiguos
La astrología tiene sus raíces en las primeras civilizaciones que observaron el cielo como una forma de comprender los ciclos naturales. En Mesopotamia, hacia el segundo milenio antes de nuestra era, los movimientos de los astros comenzaron a registrarse y relacionarse con los acontecimientos terrestres. Estos registros eran principalmente de carácter agrícola y organizativo, ayudando a determinar las estaciones y las fechas de cultivo. Con el tiempo, las observaciones astronómicas adquirieron un valor simbólico, dando origen a los primeros sistemas zodiacales. Así, la astrología nació como un puente entre la observación científica y la interpretación cultural del cielo.
